Como mantener los grifos bien limpios

Los grifos de nuestro hogar requieren un mantenimiento más allá de la mera estética. En función de diversos factores como la dureza del agua, el sarro, los sedimentos acumulados en los filtros, la humedad… podemos tener complicaciones frecuentes en su uso diario.
Sin embargo, la limpieza y el mantenimiento de los grifos no son para nada complicados. De hecho, para evitar la suciedad día tras día tan solo necesitamos un trapo húmedo y jabón suave. Es importante que se trate de un jabón blando, pues los productos abrasivos (el amoniaco) son perjudiciales para el acabado cromado del grifo.
¿Sabías que puedes mantener limpio tu grifo con vinagre blanco, limón, alcohol etílico, harina o crema dental? Mejorconsalud nos trae cinco consejos para limpiar nuestro grifo con los productos mencionados. Nos ayudarán a cuidar los grifos de la cocina o el baño.
Otro producto a tener en cuenta, y que seguro tienes en casa, es un cepillo de dientes usado. Lo usaremos para limpiar las hendeduras del filtro. Le sentará muy bien a tu grifo si vives en una zona donde la dureza del agua es especialmente alta.

Vigila la dureza del agua para el mantenimiento de los grifos

La dureza del agua provocará que se acumule más o menos sedimentación en tus filtros. No obstante, contamos con muchas soluciones para evitarlo. De nuevo, el vinagre se convierte en nuestro aliado.
Una vez hayamos quitado el filtro, lo dejaremos reposando con vinagre y agua caliente durante unas horas. En cuanto esté limpio, comprobaremos si los filtros siguen conteniendo sarro en sus hendiduras. También podemos usar una aguja para limpiar con profundidad. Recuerda que debes cambiar la rejilla una vez al año para que funcione correctamente.
La humedad puede convertirse, también, en otro enemigo de tu grifería. Los hongos son susceptibles de aparecer en tu baño, al tratarse de una temperatura templada y constante.
Por último, vigila siempre que tu grifo no gotee debido a posibles obstrucciones. Si lo hace, vigila si las arandelas están desgastadas. Cambiarlas consiste en una operación fácil y sencilla que puedes realizar siguiendo estos 4 pasos:
  1. Cierra el suministro del agua.
  2. Desenrosca el mango con fugas.
  3. Cambia las arandelas.
  4. Vuelve a abrir la llave de paso.
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